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11/07/2008

Un robot que suda y sangra ayudará a aprender a los profesionales sanitarios

Fuente: 20minutos.
  • SimMan 3G es un simulador de última generación.
  • Tiene respiración espontánea y reconoce un centenar de fármacos.
  • Permite el acceso intraósea en la tibia y el esternón, la inserción de tubos de drenaje y el control de la tensión arterial.
Suda, sangra y reacciona a más de cien fármacos, pero no es humano, sino un simulador de última generación diseñado para que los profesionales sanitarios aprendan y se entrenen en nuevas técnicas.

Denominado SimMan 3G y fabricado por Laerdal, el robot presentado este miércoles a la prensa es de estructura metálica y cuenta con un depósito que le permite simular todo tipo de secreciones como las lágrimas, la sangre, el sudor o el vómito.

La máquina tiene respiración espontánea, control de vía aérea, 2.500 variantes de ritmos cardiacos y permite el acceso intraósea en la tibia y el esternón, la inserción de un tubo de drenaje y el control de la tensión arterial.

Además reconoce un centenar de fármacos y sus dosis mediante radiofrecuencia. Estas prestaciones hacen de este robot un instrumento que posibilita el estudio de complicaciones cardiovasculares, hemorragias, politraumatismos craneales y cervicales, entre otras dolencias.

Empezará a producirse a finales de año

Una de las novedades de este prototipo respecto de otros simuladores es que es inalámbrico, una condición que permite utilizarlo en cualquier escenario y no solo en la sala donde se impartan las clases, ha explicado el director gerente de Laerdal España, Jorge Vilaplana.

El SimMan 3G está dotado también de un ordenador de control y de otro que usan los alumnos en el que aparecen las constantes vitales del paciente y que deben de ser controladas. Una webcam permite al equipo ver las imágenes de toda la intervención y analizar los aciertos y errores que se han cometido.

El prototipo empezará a producirse a finales de este año y, de momento, su primer cliente español es la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona, ha señalado Jorge Vilaplana.