Los mercados siguen descontando la recesión. El optimismo de la semana pasada, tras la victoria de Barack Obama, es ya papel mojado. Tras la euforia por el cambio, la realidad ha vuelto con fuerza a la mente de los inversores. El miedo a la recesión ha vuelto a hacer acto de presencia y es que mucho tenían que cambiar las cosas de aquí a enero que tome posesión el nuevo presidente para que la economía empezara a resurgir. Además, la posibilidad de una quiebra de General Motors sigue lastrando al mercado después de que ayer las acciones del fabricante de coches se desplomaran más de un 20%.
Al cierre negativo del lunes le sigue otro martes teñido de rojo. El Dow Jones de Industriales se ha dejado un 2,01%, mientras que los recortes para el Standard & Poor´s 500 han sido del 2,22%. También el tecnológico Nasdaq ha seguido la estela de las ventas con una caída del 2,2% en el que Microsoft se deja un 0,47% y Yahoo!, que la semana pasada insinuó su cambio de parecer sobre la compra de la compañía de Bill Gates, otro 4,38%.
A esto hay que sumar que sigue el goteo de resultados empresariales. La quiebra ayer de la segunda cadena de electrónica, Circuit City, y el anuncio de General Motors de que podría quedarse sin liquidez y, en consecuencia, tener que paralizar sus operaciones en el próximo semestre, ha ahondado aún más en la desconfianza de los inversores, que esperan la caída de más gigantes empresariales. En este contexto Toll Brothers e InterContinental Hotel Group han tenido que dar cuenta de sus beneficios trimestrales que no han sido muy buenos.
En el caso de la constructora Toll Brothers el anuncio ha sido un desplome del 41% de la construcción de viviendas y, además, no ha sido capaz de poner sobre la mesa sus perspectivas para el año próximo. Sin embargo, sus acciones que caída más de un 4% han remontado hasta acabar un 0,1% abajo después de que Freddie Mac y Fannie Mae, los gigantes hipotecarios controlados por el Gobierno, hayan anunciado que planean poner en marcha medidas para paliar las cargas hipotecarias de los propietarios de viviendas. Por otro lado, la cadena hotelera ha informado sobre una caída del 28% de su beneficio neto y ha advertido de que con las condiciones del mercado esta caída será mayor a partir del mes de octubre. Sus acciones, sin embargo, han acabado rebotando un 0,6% pese a hundirse cerca de un 8% en los primeros compases.
En cuanto al sector automovilístico, que el lunes fue uno de los más castigados tras el anuncio de General Motors, hoy ha vuelto a caer con fuerza. El desplome ha alcanzado el 13,10% que se suman al 22% registrado en la víspera, después de que su presidente, William Ackman, haya asegurado que la mejor opción sería acogerse a Ley de EEUU sobre la quiebra. De poco han servido las declaraciones llevadas a cabo tanto por la administración de George Bush como por Obama sobre la necesidad de un plan de ayuda urgente sobre el sector. De hecho, Ford también ha perdido un 7,57%. Así mismo, se han visto afectadas por el miedo a una caída del consumo las petroleras Exxon Mobil y Chevron. Una nueva caída de los precios del crudo, que deja el barril Texas en los 59 dólares, ha arrastrado sus acciones, que han perdido entorno al 1%.
En el sector financiero destaca la caída de American Express. Sus acciones han recortado un 6,59% después de que se haya visto obligado a convertirse en banco comercial para poder beneficiarse del plan de rescate como consecuencia de sus problemas para financiarse.