Los cuatro grandes actores del sector discográfico español han decidido desplazar sus ejércitos al campo de batalla en el que mejor se desenvuelven sus enemigos: Internet. De esta forma, Sony-BMG, Universal, Warner y EMI han firmado un contrato en virtud del cual una gigantesca parte de su catálogo estará disponible en el ordenador a través de la conexión a Internet en el sitio web www.yes.fm.
Para acceder a los aproximadamente más de dos millones de canciones que se colgarán en la Red, los usuarios tendrán que abonar una cantidad mensual que podría rondar entre 4 y 8 euros, informaron a este diario fuentes cercanas a la iniciativa.
La puesta en marcha de la página web, que se prevé será lanzada comercialmente a lo largo de septiembre -actualmente está siendo sometida a prueba entre unos 5.000 usuarios- ha contado con una inversión aproximada de unos cuatro millones de euros y se ha empleado casi año y medio de trabajo.
Medida conjunta
Se trata de la primera iniciativa de peso -y conjunta- que toman las compañías más importantes del sector de la industria musical española para luchar contra los programas que permiten compartir gratis música entre usuarios -eMule o Ares-y está previsto que en los próximos meses el proyecto se extienda a otros mercados.
Según las mismas fuentes, el proyecto busca que el público comprenda que en la grabación de cada canción y la publicación de cada disco hay un fuerte desembolso económico y gente trabajando para que el proceso final sea del gusto de la mayoría de los consumidores.
Detrás del portal, cien por cien español, se encuentran varios directivos procedentes de Jet Multimedia, compañía dedicada al desarrollo e integración de soluciones avanzadas de voz y movilidad.
El acceso a la música se hace en modalidad streaming, es decir, la música sólo se puede escuchar desde ordenadores con acceso a Internet y desde la página web. En principio no será posible la descarga de las canciones al disco duro del ordenador.
El modelo de negocio
Para el sostenimiento económico de la página, las mismas fuentes manifestaron a este periódico que se conjugarán tres vertientes diferentes: la venta de publicidad, la comercialización de datos de marketing y, fundamentalmente, la venta de suscripciones para que los usuarios se abonen al servicio.
En el caso de la explotación publicitaria, las expectativas de negocio son muy grandes. Por ejemplo, Google, el buscador más potente de la Red, recibió durante junio más de 10.000 peticiones de búsqueda por artistas, canciones, discos y, en general, por temas relacionados con la industria musical. Unas cifras que ponen de relieve las amplias posibilidades de la nueva iniciativa.
De todas formas, las cuatro discográficas son conscientes de que el escenario es complicado, sobre todo teniendo en cuenta la penetración de algunos programas P2P (Peer To Peer), es decir, de aquellas aplicaciones que permiten acceder a la descarga de música de forma completamente gratuita.
Un catálogo de amplias dimensiones
Ahí es donde está la piedra de toque real del proyecto, puesto que frente a la descarga completamente gratuita -que muchos consideran ilegal-, ellos ofrecen la posibilidad de acceder a un catálogo de más de 2 millones de canciones, pero con el pago de una cuota mensual.
Otra desventaja radica en que, para escuchar las canciones, es imprescindible estar conectado a Internet, mientras que desde los programas de tipo P2P antes mencionados es posible hacerlo en cualquier momento con el router desconectado.
El horizonte es al menos esperanzador, puesto que, de entrada y por primera vez, las grandes discográficas se han dado cuenta de que la guerra ha de librarse sobre el campo de batalla digital, no sobre el de los soportes físicos, donde ellas tienen más experiencia.