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6/21/2007

Nuevo sistema para aprovechar el oleaje

Los socios de un proyecto financiado por la UE han desarrollado un nuevo convertidor de la energía de las olas que, según dicen, puede ser más eficaz que otros sistemas similares. Para probar este sistema, el consorcio del proyecto está construyendo un prototipo de tamaño real cerca de la costa de Noruega.

Este proyecto no podría llegar en mejor momento. A medida que el peligro del cambio climático se convierte paulatinamente en una realidad y se avecina la posibilidad de una crisis energética, va aumentando el interés de los políticos europeos por incrementar el uso de energías limpias y renovables.

El generador Seawave Slot-Cone (SSG) es un convertidor de la energía cinética de las olas que se basa en el principio del desbordamiento de éstas en los rompeolas y que emplea un total de tres presas construidas la una encima de la otra. El agua capturada por las presas pasa por una turbina multietapa para generar electricidad.

Este diseño de tres niveles permite capturar tanto olas grandes, que generan más energía, como olas pequeñas, lo cual garantiza la producción constante de energía. «Nuestro diseño tiene la ventaja de aprovechar olas de todo tipo, lo cual garantiza un alto grado de eficiencia y la generación continua de energía», declaró a CORDIS Noticias Monika Bakke, de Wave Energy AS, socio principal del proyecto WAVESSG.

Otra ventaja de este convertidor es que se vale de una única turbina. «Normalmente, para que un sistema capture olas de distintos tamaños, debe contar con una turbina en cada estanque [presa]», explicó la Sra. Bakke. «Instalar varias turbinas tiene el inconveniente de que las olas van y vienen, y entonces hay un intervalo entre la llegada de olas que hace que se detengan la turbina y el generador, con lo que el sistema se desconecta de la red eléctrica.» Así, el sistema patentado por el consorcio del proyecto se vale de un único rotor de turbina para las tres presas. «Mientras haya un estanque produciendo energía, el convertidor seguirá conectado a la red», indicó la Sra. Bakke.

Tras intensas pruebas de laboratorio, los socios del proyecto están preparados para probar el convertidor en condiciones reales. Ya han empezado a trabajar para incorporar un convertidor de demostración en el rompeolas de Kvitsoy, una pequeña isla de 520 habitantes cercana a la costa de Noruega. Tras estudiar el oleaje del lugar, los socios han adaptado el convertidor para que capture olas de tres tamaños (1,5 m, 3 m y 5 m).

El consorcio calcula que este convertidor podría producir 200.000 kilovatios-hora al año, que bastaría para suministrar energía a diez viviendas de la isla. «No es mucha energía, pero estamos hablando de una pequeña fuente de energía», aclaró la Sra. Bakke. «Si se instala este sistema en un rompeolas de 500 m, entonces ya estaremos hablando de 20 gigavatios-hora al año.» Esa cantidad de electricidad bastaría para cuatro mil viviendas.

Además de suministrar energía de coste asequible, la instalación del convertidor ofrece la ventaja de que puede integrarse en las infraestructuras de los rompeolas, por lo que sirve dos propósitos. «El 95% del coste de nuestra muestra se gastó en hormigón para construir el rompeolas, por lo que si se construye en rompeolas existentes, el coste es mucho más competitivo», apuntó la Sra. Bakke.

Otras ventajas destacadas por el consorcio son la gran fiabilidad del sistema y el hecho de que consta de muy pocas piezas móviles, por lo que puede resistir las condiciones climatológicas de una tormenta. Este convertidor podría utilizarse también en mecanismos de producción de agua dulce y en instalaciones de almacenamiento de hidrógeno para la producción de electricidad en épocas de mar calmo.

No obstante, como ocurre con otras nuevas tecnologías energéticas, como la eólica, hay interrogantes con respecto a los efectos de estos sistemas de energía de las olas para el medio ambiente. Dos de los motivos de esos interrogantes son el ruido y la alteración de la estructura de los sedimentos marinos. En relación con esto, el consorcio realizará una evaluación de riesgos ambientales en el transcurso de su labor. La Sra. Bakke opina que este convertidor tendrá efectos limitados, similares a los de cualquier rompeolas, y que el ruido de la turbina no será lo suficientemente fuerte para afectar a la vida marina.

Si lo permiten las condiciones climatológicas, se espera que el convertidor y la central eléctrica correspondiente entren en servicio antes del verano de 2008. Aunque está previsto el funcionamiento del proyecto piloto durante siete años más, la Sra. Bakke confía en que el proyecto podrá ofrecer cifras concretas de la capacidad de producción energética de este convertidor en el plazo de un año.

El proyecto recibió un millón de euros del área temática «Desarrollo sostenible, cambio global y ecosistemas» del Sexto Programa Marco (6PM). El coste total para desarrollar, construir, instalar y probar este sistema asciende a 3,5 millones de euros.

Fuente: CORDIS.