Después de ocho años de administración Bush -durante los cuales la ciencia ha estado sometida a la influencia de la ideología religiosa-, los medios científicos ven la llegada de un nuevo presidente estadounidense como una bendición, ya sea Barack Obama o John McCain.
El demócrata Obama y el republicano McCain, que respondieron a una encuesta organizada por más de 175 organizaciones científicas y universidades, se desmarcan claramente de George W. Bush en las grandes cuestiones científicas así como en su programa en materia de apoyo a la investigación.
Ambos rivales prevén también levantar la prohibición, impuesta en 2001 por Bush por motivos religiosos, de utilizar fondos federales para realizar investigaciones con células madre embrionarias, consideradas cruciales para luchar contra varias enfermedades incurables.
Obama y McCain reconocen que la actividad humana contribuye al calentamiento global y recomiendan reducciones obligatorias de las emisiones de gases de efecto invernadero, algo a lo que Bush es hostil.
Dependencia del petróleo
Ambos candidatos han hecho de la reducción de la dependencia petrolera de Estados Unidos su prioridad. Obama quiere aumentar en 150.000 millones de dólares en 10 años el presupuesto federal consagrado a la investigación y al desarrollo de nuevas fuentes de energía así como al ahorro de energía.
McCain, menos comprometido en este terreno, propone construir 45 centrales nucleares hasta 2030.
Tanto McCain como Obama quieren revitalizar la exploración espacial, cuyo presupuesto es juzgado insuficiente para lograr los objetivos enunciados por Bush en 2004: regreso a la Luna antes de 2020 y misiones tripuladas a Marte y a otras partes del sistema solar.
Ambos aspirantes al sillón presidencial quieren también darle un lugar más destacado al asesor científico del presidente que, desde 2001, fue relegado a un papel menor.
La teoría de la evolución
Pero difieren en su enfoque de la teoría de la evolución. Aunque ambos candidatos adhieren a la teoría de Darwin, McCain se manifiesta favorable a la enseñanza en paralelo en las escuelas del "diseño inteligente", teoría del neocreacionismo sobre el origen divino del mundo como alternativa a la teoría de la evolución.
Las visiones de Obama y McCain también se diferencian en los medios de financiar la investigación y estimular la innovación.
El republicano quiere reducir los impuestos de las empresas y eliminar reglamentaciones que "desalientan las inversiones" en las actividades innovadoras.
El demócrata plantea incrementar fuertemente el presupuesto federal para estimular la investigación básica y formar más científicos e ingenieros.
Este enfoque lo convierte en el preferido del sector científico, medio del que ya estaba cerca por su principal asesor científico, Harold Varmus, laureado con el Nobel de Medicina y ex director de los Centros Nacionales de la Salud (NIH).
Los presupuestos
Obama también obtuvo el respaldo de 61 premios Nobel estadounidenses, entre los cuales Martin Chalfie, co-laureado con el Nobel de Química 2008, que deploró "la disminución de los presupuestos federales consagrados a la investigación básica en los últimos ocho años".
Pero la crisis financiera podría limitar las ambiciones de ambos candidatos, cuyos proyectos en la materia están estimados en 85.600 millones de dólares en el caso de Obama y en 78.800 millones en el caso de McCain.