La desgracia parece haberse cebado con esta compañía. Después de perder el juicio contra Novell y aparecer como una ladrona de Unix, los inversores empiezan a abandonarla a su suerte.
Al cierre de los mercados financieros ayer, sus acciones habían perdido un 71 por ciento de valor, con lo que ya asciende a 52 las semanas en las que han estado bajando. Hacía ya tiempo que las acciones de SCO no convencían a nadie, pero los inversores habían seguido apoyando a la empresa con la esperanza de que las cosas pudieran mejorar después del juicio.
En 2003, año en el que SCO emprendió su campaña de litigios, las acciones subieron de 1 dólar en febrero a más de 19 dólares en septiembre, después de que SCO demandase a IBM asegurando que el sistema operativo Linux contenía millones de líneas de código ilegal.
Pero esa bonanza sólo duró hasta el 2004. A partir de entonces, las bajadas en bolsa han sido constantes.
Los ingresos de SCO tampoco son muy boyantes. La mayor parte del dinero ganado por la compañía desde el inicio del juicio provenía del recaudado a Microsoft y Sun por el pago de las licencias Unix, dinero que en realidad pertenece a Novell, según la sentencia del juez.