Menos del seis por ciento de los búlgaros tiene acceso a conexión de banda ancha, mientras que el 40 por ciento de los daneses disfruta de ella desde hace tiempo. Las desigualdades se repiten por todo el territorio europeo, según se desprende del último estudio publicado por la Comisión sobre penetración de banda ancha en los 27 países miembros de la UE.
Las diferencias entre los países se deben a múltiples razones, pero el estudio señala como más importantes la ausencia de competencia real debido a la presión de las antiguas operadoras estatales y una regulación europea inadecuada.
Según la comisaria de telecomunicaciones, Viviane Reding, “es inaceptable que la brecha entre los fuertes y los débiles en Europa se esté haciendo más grande. Europa debe actuar ahora para normalizar la penetración de banda ancha. Voy a hacer propuestas concretas en este sentido el 13 de noviembre, como parte de nuestro paquete de reformas emprendidas en telecomunicaciones”.
La intervención podría parecerse a la llamada eurotarifa que empezó a funcionar este verano y que redujo considerablemente el precio de las llamadas en itinerancia entre móviles. Según Reding, si se intervienen los precios estos tendrán que bajar, incluso en los mercados donde existe menos competencia interna entre operadores.
La penetración de conexión a banda ancha en los países de la Unión creció el año pasado. El número medio de suscriptores aumentó de un 14,9 por ciento a un 18,2 por ciento, aunque la penetración fue muy modesta en algunos países.