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10/12/2007

Demasiado viejo para trabajar en Google

Fuente: BAQUIA.

¿Es una persona de 50 años demasiado mayor para trabajar en una empresa de tecnología?

Google es una de las empresas de las que casi cualquiera desearía formar parte, especialmente si hablamos de su sede central en California, conocida como GooglePlex. Pero parece que hay casos en los que la experiencia no ha sido del todo agradable.

Un tribunal de San Jose ha admitido el caso de Brian Reid, antiguo empleado de Google, después de que otro tribunal californiano rechazara el caso en 2005. Reid alega que Google le despidió por motivos relacionados con su edad, por lo que ahora deberá celebrarse un juicio por discriminación laboral.

Reid fue despedido de Google en febrero de 2004, después de dos años trabajando allí como ingeniero y director de operaciones. En el momento de ser puesto de patitas en la calle Reid tenía 54 años, y según él, fue objeto de comentarios vejatorios por parte de algunos compañeros, que le calificaban de “mayor” y “vejestorio”.

“Reid ha aportado suficientes evidencias que demuestran que fue despedido de Google con razones falsas y pretextos, y que el verdadero motivo de su despido está relacionado con discriminación por motivos de edad”, declararon los jueces que llevarán el caso.

Reid fue profesor de ingeniería eléctrica en la universidad de Standford, y antes de trabajar en Google había formado parte de Altavista, donde participó en el desarrollo de su buscador. Durante sus dos años de trabajo en Google los informes acerca de su trabajo fueron favorables, pero en el momento de ser despedido se le explicó que era un “inadaptado cultural”.

El sufrido Reid tuvo que escuchar todo tipo de comentarios peyorativos hacia él, entre ellos, que sus ideas y opiniones estaban obsoletas y eran demasiado viejas para ser importantes, además de recibir lindezas como “lento”, “retardado”, “aletargado” y “falto de energía”.

Para colmo de males, Reid fue expulsado de Google poco antes de que ésta saliera a Bolsa, por lo que perdió la oportunidad de enriquecerse (como muchos de sus excompañeros) con las acciones de la empresa.