Los teléfonos móviles o agendas electrónicas con MP3, programas que comprimen archivos audiovisuales, tendrán un canon de 1,50 euros en la nueva lista de tarifas que maneja la Administración. En la actualidad, los teléfonos móviles no pagan canon. Las sociedades de autores ya llevan meses reclamando por los reproductores de MP3 0,6 euros, aunque los fabricantes consideran que los MP3 no están sometidos al vigente régimen de canon. De hecho, las sociedades de gestión han pleiteado con algunos fabricantes como Apple por negarse a aplicar el canon sobre el popular iPod.
Las "unidades autónomas de almacenamiento" (grabadoras audiovisuales con disco duro, por ejemplo) pagarán 12 euros. Los lápices de memoria se introducen en la lista con un recargo de 0,30 euros. Éstas son las principales novedades de la última propuesta de tarifas que los ministerios de Cultura e Industria han hecho llegar a sociedades de gestión y asociaciones de fabricantes. Estas tarifas están pendientes de una consulta al Ministerio de Economía y a la confederación de consumidores.
El listado de tarifas debe completarse en la orden ministerial que las establezca con precisiones sobre los conceptos manejados. Por ejemplo, las "unidades de almacenamiento" no incluirían los discos duros extraíbles. Lo que se asocia a disco duro de ordenador está excluido.
Con respecto a las tarifas vigentes, pactadas en su día por algunas asociaciones de fabricantes y las sociedades de gestión, se produce una rebaja en el canon sobre los CD y DVD. El canon pactado en 2004 dependía de la capacidad de grabación. Para CD era de unos 0,21 euros y pasaría a 0,17 mientras que el DVD bajaría de unos 0,60 euros a los 0,44. Esta rebaja se compensa con la introducción de nuevos soportes. Por otra parte, las sociedades de gestión de autores y editores de obras literarias, que hasta ahora sólo se beneficiaban del canon que se cobra a copiadoras, impresoras y escáneres, tendrán una participación en la recaudación que se obtenga de los soportes audiovisuales porque se trata de herramientas polivalentes que tanto pueden almacenar una canción como una novela.
El nuevo canon fija una tarifa en función del soporte, pero no la modula en función de la mayor o menor capacidad que éste tenga de almacenamiento. En la vigente Ley de Propiedad Intelectual se establece entre los criterios para fijar la cuantía del canon: el perjuicio efectivamente causado a los titulares de derechos por las reproducciones; la capacidad de almacenamiento de los equipos, aparatos y soportes materiales; la calidad de las reproducciones y el tiempo de conservación de las reproducciones. La fórmula adoptada simplifica los criterios. En principio, la orden no hará exclusiones en la obligación de pagar el canon. La ley contempla que el Gobierno podrá exceptuar del pago cuando quede suficientemente acreditado que el destino que se da a los soportes adquiridos no es el de realizar copias privadas de obras sometidas a derechos de autor. Es el caso, por ejemplo, de la Administración de Justicia, que paga canon por los CD que emplea para conservar las sentencias judiciales. El comisario de la Unión Europea de Mercado Interior se ha manifestado partidario de contemplar estos casos. Las sociedades de gestión consideran que si se introducen estas excepciones debería subir la cuantía del canon para compensar las pérdidas por estos impagos.
Los fabricantes de aparatos están en contra del canon. Esta misma semana, José Pérez, director general de Asimelec, la patronal de empresas electrónicas de España, manifestó que el actual canon encarece el precio de los CD y DVD en un 60% y evaluó que hay una bolsa de fraude de casi el 50%, lo que perjudica a los fabricantes que pagan el canon y lo repercuten en sus clientes.
De los 22 países europeos que aceptan que de una obra de autor se pueda obtener una copia privada sin ánimo de lucro, 20 pertenecen a la Unión Europea y todos aplican una remuneración compensatoria (canon) a los CD y DVD pero no todos lo hacen sobre reproductores de MP3 ni en la misma cuantía. Noruega, sin canon, lo resuelve con una subvención del Estado a las sociedades de gestión. En España, según la Sociedad Holandesa de la Copia Privada, los ingresos del canon pasaron de más de 26 millones de euros en 2003 a más de 58 millones en 2005.
