El éxito de las redes sociales en la Red puede producir ciertos 'monstruos'. En el Reino Unido se ha desatado la polémica con un sitio, con el nombre (bastante poco sutil) de Miss Bimbo, que anima a niñas hasta de nueve años a lanzarse a la cirugía estética o a mantener dietas estrictas para conseguir la figura ideal. Su credor se defiende: es sólo un juego.
En apenas un mes, Miss Bimbo ya cuenta con más de 200.000 miembros en el Reino Unido, que se suman a los más de 1,2 millones que existen en Francia, y está orientado a atraer a niñas de entre 9 y 16 años. La mecánica del sitio web es muy simple: hay que crear un personaje virtual, una especie de muñeca que hay que cuidar para llegar a ser la "más guay, rica y famosa chica 'Bimbo' en el mundo".
El registro es gratis, pero para poder 'escalar' puestos en este universo las participantes han de comprar 'Bimbo dólares' mediante mensajes de texto desde el móvil, por casi dos euros (1,5 libras) el SMS, y es así como la compañía responsable hace caja.
Con ese dinero convertido en 'Bimbo dólares', las niñas han de tratar de convertir a su muñeca digital en la más 'estupenda' de esta red social a través, entre otras sugerencias, de estrictas dietas, píldoras adelgazantes, e incluso operaciones estéticas de aumento de labios y pechos.
Las asociaciones de padres ya han puesto el grito en el cielo, según informa The Times. También algunos profesionales de la salud, e incluso asociaciones de personas que sufren anorexia, han lamentado la existencia de este sitio web, que a su juicio lanza un mensaje muy peligoso a los niños.
Mientras, el creador del sitio, el francés Nicholas Jacquart, se defiende y asegura que el sitio enseña a los niños guiños sobre el mundo real; lo considera un sitio de diversión inofensiva. Según Jacquart, los niños "aprenden a cuidar de sus 'bimbos', y en ningún caso se anima las menores a operarse los pechos, sino que son simplemente "un parte del juego".
No obstante, algunas asociaciones británicas, como Parentkind, sostienen que "el peligro está en que una niña de nueve años no aprecia la ironía y podría convertir a su 'chica bimbo' en un modelo de comportamiento, y es entonces cuando el juego se convierte en un peligro y una amenaza".