Poco más de nueve meses. Es el tiempo que han tardado las autoridades de Estados Unidos en aprobar la patente número 7.479.949, presentada por Apple en abril de 2008 y que significa que la pantalla multitáctil del iPhone es propiedad de su creador.
Aunque pueda parecer absurdo, toda innovación debe ser patentada para que no pueda ser utilizada por la competencia. Y ese es el trasfondo del asunto. Precisamente en el pasado CES celebrado en Las Vegas, Palm presentó un dispositivo que hizo las delicias del público y de los expertos.
Sin embargo, el otrora líder de los dispositivos móviles podría verse en problemas legales si Apple decide, tal y como ha dejado entrever el nuevo comandante en jefe Tim Cock, demandar a todos aquellos que hagan un uso ilegítimo de su patente.