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2/07/2008

El ejército americano recibe su primer cañón de raíles

Fuente: Teleobjetivo.

La armada estadounidense acaba de recibir un cañón de raíles para su evaluación y prueba. Este cañón es un prototipo destinado a la experimentación y se espera que sirva de base a los futuros cañones que equiparán a los barcos de guerra.

Los cañón electromagnético, mas conocido como "cañón de raíles", es un tipo de arma en la que el proyectil se impulsa mediante un campo magnético de gran potencia; en los cañones convencionales el proyectil se impulsa mediante la explosión de una carga propulsante.

Los cañones electromagnéticos tienen dos ventajas muy importantes; la primera, que pueden disparar los proyectiles a velocidades mucho mas elevadas que las que alcanzan los cañones convencionales (de hecho, está previsto que los cañones de raíles de la armada disparen sus proyectiles a 7000km/h, frente a los 3000km/h de los cañones convencionales); y la segunda, que al no utilizarse explosivos su utilización es mucho mas segura.

El cañón entregado a la armada, fabricado por BAE Systems, impulsa los proyectiles mediante una descarga eléctrica de 3 millones de amperios, desarrollando una potencia de 32 megajulios; a partir de este modelo, la armada espera desarrollar un cañón operativo que desarrollará una potencia de 64 megajulios con una corriente de 6 millones de amperios.

El primer problema de los cañones de raíles es su enorme demanda de energía; para producir la descarga necesaria para el disparo necesitan unos condensadores que, ademas de unas capacitancias enormes, han de tener unos tiempos de descarga mínimos, una combinación muy difícil de lograr. Ademas, para alimentar este sistema se necesitan unos generadores de gran potencia; el modelo operativo de 64 megajulios se prevee que necesitará una potencia de 16 megavatios; esto significa que, las fragatas que transporten estos cañones, en el momento de disparar tendrán que desconectar muchos de sus sistemas para disponer de energía suficiente para el cañón.

El otro problema es la resistencia de los materiales; disparar un proyectil a 7000km/h genera una fuerza de retroceso suficiente como para destrozar cualquier cañón; en la armada temen que será necesario desarrollar nuevos materiales para sortear este problema.

La conclusión final es que, aunque el cañón entregado a la armada podría empezar a utilizarse ya, el modelo que desea la armada necesitará unos 13 años de desarrollo.