Fuente: Mouse.cl.
Después de plantar batalla a las descargas de canciones a través de Internet, la industria musical exige ahora añadir un canon a las entradas de conciertos compradas en reventa por la Red para así "compensar" al artista que ofrece el espectáculo.
Para defender esta nueva causa, que cuenta con el apoyo de británicos como el cantante Robbie Williams y los grupos Arctic Monkeys y Radiohead, varios artistas han accedido a que sus representantes se agrupen y formen la Resale Rights Society (RRS, Sociedad de Derechos de Reventa, en inglés).
Esta organización reclama la creación de un sistema de control para que todo aquél que venda o compre sus entradas por Internet a través de páginas no oficiales tenga que pagar un canon al artista y así compensar los 200 millones de libras (unos 400 millones de dólares) que la reventa genera en el Reino Unido.
"Es inaceptable que ni un penique de los 200 millones de libras calculados que se genera por la reventa de conciertos en el Reino Unido sea devuelto a los inversores de la industria de la música en directo", afirma el presidente de la RRS, Marc Marot, en unas declaraciones que recoge hoy la agencia de noticias local PA.
Pero esta iniciativa no ha gustado a los responsables de los portales de reventa de Internet, entre los que se encuentran Viagogo, Seatwave o el más popular, eBay, donde, en ocasiones, las entradas superan varias veces su valor.
"No comprendemos el porqué de poner impuestos a los seguidores para comprar entradas que ya han sido pagadas", apunta el presidente de Viagogo, Eric Baker.
"Que alguien que compró una entrada para ver a Robbie Williams deba pagar un impuesto adicional a Robbie Williams si revende la entrada no tiene sentido alguno", añade Baker, quien pone de ejemplo el mercado de coches de segunda mano, en el que no se paga al fabricante por vender el automóvil una vez adquirido.
Según el presidente de Viagogo, mucha gente vende sus entradas porque no puede asistir al concierto y no para obtener un beneficio de ellas.
La Comisión de Cultura, Medios de Comunicación y Deporte del Parlamento británico ya ha anunciado que próximamente publicará un informe en el que se pronunciará al respecto de esta polémica que enfrenta de nuevo a la industria con los consumidores de música.