Algunos entusiastas de Internet y nostálgicos del anterior régimen luchan para que la ICAAN no elimine el nombre de dominio .su, creado sólo 15 meses antes de la caída de la federación comunista.
El 19 de septiembre de 1990, hace ahora 27 años, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas recibió su documento de identidad en la red telemática que más tarde conoceríamos como Internet: el dominio .su (siglas de Soviet Union). Apenas 15 meses después, la federación comunista se disgregaba y dejaba de existir, y cada una de las repúblicas que la formaban obtuvieron un nuevo código en la Red.
El dominio de primer nivel que fue asignado a Rusia no supuso la desaparición de su antecesor aunque sí lo ocultó prácticamente, ya que la gran mayoría de los ciudadanos del nuevo país prefirieron el .ru. Aún hoy, muchos entusiastas de Internet y algún que otro nostálgico con sitios web colgando todavía del .su, se resisten a que desaparezca.
Suu batalla parece perdida desde hace tiempo, ya que los nombres de dominio de cada paíse se designan de acuerdo a una lista internacional, un estándar que recoge un código de dos letras que identifica de manera única a cada Estado. Desde 1992 la norma ISO 3166-1 no contiene, como es lógico, a la Unión Soviética.
En ocasiones anteriores, como tras la división de Checoslovaquia (antes .cs) en la República Checa y Eslovaquia, o tras el cambio de nombre de Zaire (antes .zr) a República Democrática del Congo, esos dominos han desaparecido y han sido sustituidos por los nuevos.
Razones históricas, y razones prácticas
El organismo que se encarga de gestionar ese sistema internacional de dominios, la Internet Corporation for Assigned Names and Numbers o ICAAN, asegura que lo único que pretende es mantener la estabilidad y la limpieza, pero en Rusia son muchos los que quieren salvar el dominio.
Alexei Platonov, director del Instituto de Redes Públicas (una organización independiente) explica las razones para que no desaparezca: "en primer lugar, está la comunidad", que depende de servicios alojados bajo ese sufijo, "y en segundo término, está también la historia del nombre. Es original y permite registrar nombres que ya están ocupados en otros dominios (como el .ru)", añade.
A estos defensores de la internet soviética en la era del iPhone no les convence el argumento de la lista ISO 3166-1, ya que recuerdan que hay países que están usando en Internet nombres de dominio que no se corresponden con ella. El ejemplo más contundente es Reino Unido, que pese a que en la citada norma aparece como GB (Gran Bretaña en sus siglas en inglés), utiliza desde los primeros pasos de Internet el código UK (United Kingdom).