El pasado martes se celebró en todo el mundo el Día Internacional de la Diversión en el Trabajo. En España fueron muy pocos quienes se enteraron y muchos menos quienes lo disfrutaron. Para la gran mayoría de los trabajadores, la realidad laboral todavía dista de tener algo que ver con la diversión. Eso sí, hay empresas como Google que no sólo han demostrado que es posible promoverla, sino que también es rentable.
En las últimas semanas, un e-mail con fotografías sobre las oficinas de esta compañía en Zúrich (Suiza) ha recorrido toda la red, despertando la envidia de los trabajadores españoles. Salas de masajes y de relajación; dos áreas de descanso con billares, futbolines, bebidas y comida gratis; salón de juegos, con playstations y pantallas gigantes; biblioteca, etcétera. Éstas son algunas de las opciones que tienen los empleados del gigante de Internet, que disponen del 20% de su tiempo laboral para proyectos personales y otro 10% de libre disposición, para hacer precisamente lo que les dé la gana.
Aunque puede no parecer muy serio, con tan sólo 10 años de vida Google ha protagonizado el crecimiento más rápido de la historia y ya factura más de 6.400 millones de euros, según Deloitte. Y si bien no cuenta con las mismas facilidades, en España también se preocupa por el bienestar de sus colaboradores. "En Google se fomenta el trabajo en equipo y la creatividad, que son elementos esenciales para que las ideas crezcan y se desarrollen", afirma su director de la división de telecomunicaciones y media, José Antonio Martínez.
Para lograrlo, "los trabajadores tienen que estar cómodos con lo que hacen y con el ambiente que les rodea". De ahí que sus oficinas en Madrid cuenten con "espacios abiertos, rincones de descanso y salas de juego, donde las personas puedan desconectar y relajarse", añade Martínez.
Y es que convertir el trabajo en una actividad divertida no es ninguna broma. La mayoría de seres humanos pasa más tiempo en compañía de su jefe y sus compañeros que con su propia familia. Y para los que no trabajan en Google -u otras compañías como Air Nostrum, Hospitales USP, Ikea o Ben & Jerry's, reconocidas por promover el buen humor en la oficina- "o la actividad en sí es mecánica y aburrida, o las dinámicas tóxicas de la organización corrompen toda posibilidad de diversión", afirma el profesor de Psicología en Saint Luis University, Eduardo Jáuregui.
"Lo normal, aunque sea antinatural, es que predomine el cansancio, el mal rollo, las caras largas, así como la sensación de que no queda más remedio que vivir la profesión de forma estresada, marginando por completo el sentido del humor", lamenta Jáuregui, coautor de Alta diversión. Los beneficios del humor en el trabajo (Alienta). Y tampoco se trata de imitar el modelo googleniano, pues no está al alcance de todos los bolsillos. En el fondo, es algo más sencillo.
En opinión de este experto, "está demostrado que poder gastar bromas, ser espontáneos, jugar e incluso tomar cierta distancia de lo que se está haciendo, para quitarle hierro al asunto, mejora la salud mental de las personas, reduciendo el estrés y la ansiedad y eliminado del organismo la energía negativa". No en vano, "reír favorece la secreción de la serotonina, una hormona con efectos calmantes, que provoca que nos sintamos mejor con nosotros mismos y, por ende, con el entorno en el que nos encontramos".
Y no sólo eso: "No hay nada que potencie más la creatividad que disfrutar en compañía del buen humor", apunta Jáuregui. Por experiencias que ha vivido junto a sus clientes, "las decisiones importantes se toman mejor después de echar unas risas". Y concluye: "Un trabajo que no da alicientes para pasar un rato agradable y distendido termina por convertirse en una esclavitud: es la muerte en vida".