Puede que andes mal de tiempo y que no llegues a leer hasta el final esta pieza, así que lo mejor es resumir: 'Grand Theft Auto Chinatown Wars' es uno de los mejores juegos publicados hasta ahora para la Nintendo DS y recoge perfectamente la esencia de la exitosa saga de Rockstar.
Uno de los mayores temores que podían existir para los seguidores de los GTA es si el debut para la portátil de Nintendo iba a estar a la altura. Las dudas se disipan con unas pocas horas de juego, que sirven para demostrar que este título se ha adaptado con maestría a la menor capacidad técnica de la DS y permite al jugador actuar libremente por el escenario, principal baza de la serie.
Los gráficos adoptan una vista cenital -como ocurría en las dos primeras entregas-, pero los objetos aparecen en tres dimensiones y la interacción con ellos es muy notable. El equipo desarrollador -el mismo que realizó las dos entregas para la PSP- ha logrado así 'sacar petróleo' de la portátil.
Prueba del esfuerzo en el apartado gráfico es que toda Liberty City se despliega en la pequeña pantalla de la Nintendo DS. No falta ni la lluvia ni la niebla, y tampoco el día y la noche. Además, los ciudadanos son, si cabe, más 'inteligentes' que en otras versiones. Salen de casa, se suben a su vehículo y acuden a algún lugar para más tarde, si nada les sucede en la caótica ciudad del GTA, regresar al hogar.
El 'stick', más que un adorno
Durante el juego manejaremos a Huang Lee, hijo de un miembro del sindicato del crimen de las Triadas Chinas, que muere prematuramente. Huang debe llevar una espada de su padre a su tío y la pierde a su llegada a Liberty City. Ahí comienza la historia.
Nada más robar el primer coche, uno se da cuenta de que el uso del 'stick' en el GTA IV no es sólo un pretexto para estrenar una versión de la saga en la portátil de Nintendo. Se acabó llevarse los vehículos por la cara, o al menos no siempre. En ocasiones será necesario hacer un puente o utilizar un destornillador y la dificultad será diferente dependiendo del tipo de vehículo.
Los minijuegos táctiles están perfectamente integrados en la trama. A veces habrá que utilizar un rifle para disparar desde una azotea, para lo que primero se tendrá que acoplar el cañón, la empuñadura y la mira telescópica. También habrá que ponerse en el papel de un ladrón para acertar la clave de una caja fuerte a golpe de 'stick' o, simplemente, fabricarse uno mismo los cócteles molotov en una gasolinera para utilizarlos después en las misiones.
Como novedad, el juego ofrece la posibilidad de ganar dinero en la venta de drogas. Hacer misiones o robar ya no será la única forma de financiarse, por lo que será posible dedicarse en los ratos libres o en exclusiva a traficar con drogas y hacerse millonario. Además, las persecuciones incluyen ahora la posibilidad de estrellar a los coches de la policía contra los edificios.
Si en GTA 4, era un móvil el instrumento que nuestro personaje utilizaba para comunicarse, aquí será una PDA que se maneja mediante la pantalla táctil. Su uso será muy sencillo y permitirá por ejemplo que nos lleguen e-mails en los que con un simple toque de pantalla se nos marque la ruta hacia un lugar en el GPS.
Puntos débiles
Quizá el punto más flojo del juego sea el sonido. No existen versiones originales de canciones como en anteriores entregas de la saga y la ausencia de voces resta algo de tensión, pero son errores perdonables ante las limitaciones de la consola.
En definitiva, un título sobresaliente y que no decepciona en absoluto. Además, los seguidores de la serie estarán de enhorabuena, ya que Rockstar no ha edulcorado ni un poco el contenido de esta versión para la nueva plataforma. De hecho, sale al mercado con calificación para mayores de 18 años, uno de los pocos títulos para DS con ella.
