Según explicaron sus creadores, la lapicera "es una versión moderna de la escritura con punta de plata".
¿Quién no ha sido víctima alguna vez del llanto de un bolígrafo? ¿Cuántos tintoreros habrán hecho fortuna con las manchas de que deja una lapicera mal cerrada? ¿Qué sería de los vendedores ambulantes sin los quitamanchas? Estas preguntas pueden quedar en la nada, simplemente porque ya se lanzó la Metal Pen, una lapicera de acero inoxidable de apenas 8 centímetros de longitud que luce moderna y carece de tinta en su interior.
Un coqueto capuchón a rosca cubre el secreto de la punta fabricada con una aleación metálica especial. La delicada punta remite al período Medieval en el que notables artistas (Leonardo da Vinci, Dürer y Rembrandt, entre otros) utilizaban una fina aguja de plata para dibujar sobre una superficie de papel especialmente preparada.
Pero no es el caso de Metal Pen, no está hecha de plata y permite escribir sobre cualquier superficie. Si se utiliza sobre un papel tipo fotocopias o de impresión, el resultado es un rasgo similar al de un lápiz pero la marca no se corre y tampoco se puede borrar.
A pesar de las ventajas, sus fabricantes no pretenden destronar a las clásicas lapiceras con tinta, tan sólo insinúan un producto digno de tenerse o regalar como curiosidad científica. Si tu curiosidad es tal, con 30 dólares la tendrás resuelta.