Fuente: La Vanguardia.
Un avión de la aerolínea estadounidense Continental Airlines con 49 personas a bordo se estrelló contra una casa de tres plantas en el suburbio de Clarence Center, cerca de la ciudad de Buffalo, en el estado de Nueva York, a las 22:17 de la noche hora local (04:00 GMT). En el accidente, según la aerolínea Colgan Air que operaba el vuelo, han muerto 50 personas, los 44 pasajeros del aparato, los cuatro miembros de la tripulación que viajaba a bordo, un piloto que estaba fuera de servicio y una persona que se encontraba dentro de la vivienda.
Inicialmente se informó de que había 49 víctimas ya que se desconocía que en el avión viajase un piloto fuera de servicio.
Dos personas están heridas, madre e hijo, y fueron hospitalizadas tras poder escapar de la casa en llamas. Las causas del accidente se desconocen, pero las primeras hipótesis apuntan a las malas condiciones meteorológicas.
Se trata del segundo accidente aéreo que ocurre en el estado de Nueva York en menos de un mes, tras el amerizaje sin víctimas del pasado día 15 de enero en el río Hudson.
El avión, de fabricación canadiense, un Turboprop del tipo Dash 8, recorría el trayecto entre el aeropuerto de Newark (Nueva Jersey) y el Aeropuerto Internacional Buffalo Niagara (Nueva York) cuando se estrelló en una zona habitada, un área agrícola en la localidad rural de Clarence, a diez kilómetros del aeropuerto de Buffalo. La nave se estrelló poco antes de llegar a su destino.
El caso más dramático que se conoce es el de una mujer que ha muerto a bordo del avión y que perdió a su marido en los atentados terroristas contra las torres del World Trade Center en septiembre de 2001, dijo su hermana al diario 'Buffalo News'. "Sabemos que viajaba en el avión", afirmó Sue Bourque, que esperaba a su hermana, Everly Eckert, en el aeropuerto de Buffalo.
Mejor suerte corrieron una mujer y su hijo, quienes se salvaron del fuego originado por el avión al salir huyendo de la casa sobre la que cayó el aparato. Fueron tratados en un hospital y se encuentran fuera de peligro, según fuentes médicas.
Según testigos oculares, inmediatamente después de estrellarse la aeronave explotó, por lo que se formó una enorme bola de fuego que provocó un gran incendio. "En cuestión de segundos efectivos del cuerpo de bomberos se movilizaron hasta el lugar del siniestro", aseguró el jefe de operaciones de emergencia de la ciudad, Erie County, en una rueda de prensa.
Dadas las dimensiones del incendio, avivado por los restos de combustible del avión, se vieron afectadas 12 viviendas de las inmediaciones. Todas ellas tuvieron que ser evacuadas.
Uno de los testigos, que vive a unos 150 metros de la zona del impacto, declaró haber oído un fuerte ruido justo antes del accidente, relató al diario 'Buffalo News'. "Uno o dos segundos después se produjo una gigantesca explosión. Pensé que algo había impactado contra nuestra vivienda. Toda la casa temblaba". De acuerdo con el testimonio de este vecino, poco después enormes llamaradas se alzaban sobre la vivienda hasta alcanzar entre diez y 15 metros de altura.
El Consejo Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, en inglés) ha informado de que ha enviado a Buffalo un equipo de 12 especialistas para que investiguen este accidente aéreo, el más grave en Estados Unidos desde que se estrelló un vuelo Comair en Lexington, en el estado de Kentucky, el 27 de agosto de 2006. Entonces también fallecieron 49 personas.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, manifestó su dolor por el accidente. Un comunicado de la Casa Blanca recoge el "profundo pesar" que el mandatario y su mujer, Michelle Obama, sienten junto con las familias y los amigos "que perdieron a sus seres queridos". "Rezamos por todos aquellos que resultaron afectados por esta horrible tragedia, para que encuentren paz y consuelo en los días difíciles que vendrán", cita el documento del presidente y la primera dama.