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2/20/2009

"Prolongar la vida no es una teoría, es ingeniería"

Fuente: Publico.

Matusalén es un personaje de la Biblia del que se dice que alcanzó casi los 1.000 años. No es extraño, por lo tanto, que el principal teórico del alargamiento de la vida, el biólogo Aubrey de Grey (Cambridge, Inglaterra, 1963), presida una fundación que lleva su nombre, la Fundación Matusalén.

De Grey, que estuvo recientemente en Madrid invitado por la Fundación la Caixa, asegura que en un futuro el ser humano podrá vivir con salud mucho más allá de los 100 años. Aunque sus teorías han generado una gran polémica (en el Instituto Tecnológico de Massachusetts se creó un premio para desmontarlas, que quedó desierto), su trabajo cuenta con el apoyo de científicos de la talla del presidente de Human Genome Sciences, William Haseltine. Y la prestigiosa científica María Blasco, del español Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, es miembro de su Panel de Asesores para la Investigación.

¿Se puede decir que envejecer es una enfermedad?

El envejecimiento es un proceso muy negativo para el organismo, que provoca graves daños. Se considere o no una enfermedad, es legítimo que la medicina trabaje para combatirlo, porque morimos por su culpa.

¿Es posible evitarlo?

Podremos hacerlo mediante la reparación de los daños que se han ido acumulando en el cuerpo a lo largo de la vida. Los procesos naturales del organismo, día a día y año a año, producen unos efectos que se van acumulando a lo largo de la vida. Y es esa acumulación la que produce la gran amenaza para el propio organismo que es el envejecimiento.

Pero parece que el debate científico no se centra tanto en vivir más años como en vivirlos mejor...

También ese es mi objetivo. El envejecimiento es el principal responsable de la degradación del organismo y, por tanto, de la mala calidad de vida. Acabar con él implica dejar de estar enfermo y también, aunque como efecto secundario, el hecho de vivir más tiempo.

Morir, ¿no es lo natural?

Hace mucho tiempo se pensaba que las especies necesitaban el envejecimiento para seguir evolucionando. Pero desde hace cincuenta años sabemos que eso no es cierto. Vivimos más tiempo que, por ejemplo, los ratones, porque tenemos mejores mecanismos contra el envejecimiento. Pero la maquinaria no es perfecta.

¿Y cómo podemos mejorar esa maquinaria?

La buena noticia es esa, que el cuerpo humano es una máquina. Compleja, pero una maquinaria al fin y al cabo. Y, de la misma forma que hacemos con el mantenimiento de un vehículo, tenemos formas de prolongar su vida útil.

Sus teorías generan mucha polémica en la comunidad científica.

No es una teoría, es pura ingeniería. Por ejemplo, dígame qué evidencias había a comienzos del siglo XX de que el ser humano podría volar, de que los hermanos Wright podrían conseguirlo. En este caso, tenemos la seguridad de que nuestro plan va a funcionar, aunque todavía no sabemos su nivel de dificultad.

Si nuestra especie deja de envejecer y, por tanto, deja de morir... ¿habrá sitio en el planeta para tanta gente?

Esa es una preocupación razonable. Sin embargo, esa posibilidad no es una razón suficiente para abandonar esta investigación. Hace 150 años descubrimos que la higiene podía salvar a muchísimos recién nacidos. Uno de cada tres niños moría en el primer año.

¿Significa eso que tendrían que haber mantenido la falta de higiene para que no sobrevivieran tantos bebés?

Ahora tenemos que plantearnos lo mismo y optar por salvar vidas.